No es constante que extrañe tu mirada,
Pero no es difícil dejar de pensar en ellos,
¡Y que me alcance hasta el infierno!
O me deje en la soledad del cielo.
Y que desvanezca en el universo,
Esos ojos negros atormentados,
Y en otro universo paralelo,
Su agudeza atormente mis deseos.
¡Viva! Decía sus ojos
Mientras miraras el tiempo que le queda,
Miradas desviadas, miradas reflejas,
Se veían en el agua turbia de la gente.
¡Si viva el desalme de mi mirada!
Que han perdido el destello de tus ojos,
Que han dejado en la inmensa tristeza,
En este ser inmundo el dolor que provoca.
Y esta estúpida soledad en tu mirada,
Ha llevado a que me admire en aquellos ojos
El color con los que ven tus ojos la alergia,
De mi insatisfecha desdicha por el amor a tus ojos.
Y maldita sea por no poder ver más allá,
De lo que tu mirada aprecia,
Maldita sea por no ver antes en tu mirada,
El fuego que se apaga en las noches.
Y hoy tengo que mirar al presente sin ti,
Hoy estos ojos lagrimean sangre por ti,
Hoy estos ojos velan por tu bendita silueta,
Hoy estos ojos lloran sin censar por ti.
Mañana veré, mañana veré,
Mañana veré que no estás conmigo,
Mañana extrañare tu mirada
Mañana me arrepentiré de no verte
Y dejare que el cielo me quite tus ojos
Dejare que el infierno juego con tus visiones.
Y dejare de ver……… mañana.